A quién no le ha pasado en los primeros minutos del día, mientras toma el desayuno y revisa el celular, que aparece el estado de algún amigo o amiga en el que nos cuenta cuántos kilómetros ha trotado en el parque desde el amanecer. Entonces nos llega un leve sentimiento de culpa y la pregunta en silencio: ¿por qué yo no?
La respuesta la tienes en tu propia decisión de –primero– poner en forma tu disciplina. Pero más allá de decidirse a calzar tennis y vestir el outfit deportivo, también es importante tomar en cuenta que un buen estado físico no solo depende del ejercicio, sino que para potenciar sus efectos y evitar posibles descompensaciones, es vital tener una nutrición adecuada para ello.
El ejercicio aumenta el gasto energético, la deshidratación, desgaste muscular y articular. Pero la naturaleza es sabia y nuestro propio cuerpo se encarga de demandar mayor cantidad de nutrientes como las proteínas, vitaminas y minerales que debemos añadir a nuestra dieta. En ese sentido, varios estudios destacan las ventajas que tiene el consumo de carne de cerdo pues resulta que se trata de un alimento que reúne valiosas características al momento de complementarlo con la actividad deportiva.
Si suponías, por ejemplo, que el cerdo es una carne grasosa y perjudicial, debes saber que eso no es exacto, sino todo lo contrario. La carne de cerdo por sí sola contiene poca grasa: un lomo de cerdo contiene 3 gramos de grasa y 70 miligramos de colesterol, lo que la hace muy aceptable para una sana alimentación, pero además contiene ácidos grasos monoinsaturados en forma de ácido oleico (el mismo del aceite de oliva) y ácidos poliinsaturados que tienen un efecto cardioprotector.
Además, la carne de cerdo no contiene ácidos grasos trans y el contenido de colesterol en la carne magra y semigrasa de cerdo es similar e incluso inferior al de la carne de ave o pescados como el atún.
Finalmente, el cerdo tiene un alto valor calórico, proteico, pues aporta entre 18 a 20 gramos de proteína por cada 100 miligramos y además es nutritiva pues aporta hierro, magnesio y sodio. Las proteínas que contiene este alimento son muy útiles para la recuperación muscular y entre sus componentes están también minerales como el zinc y el fósforo que ayudan al mantenimiento de los huesos, y potasio que favorece al buen funcionamiento de los músculos.
Ya lo sabes, quizá desde mañana seas tú quien postee en sus redes cuánto ha trotado en el parque, pero no descuides tu nutrición si quieres que ese ejercicio o el deporte que más te guste beneficie de mejor forma a tu salud, y qué mejor que consumir carne de cerdo para lograr ese objetivo.